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domingo, 11 de abril de 2010

Pamela Anderson con muchas copas de más encima

En muy malas condiciones fue atrapada por los paparazzi la rubia Pamela Anderson cuando puso fin a una noche de fiesta en Hollywood.

Según información proporcionada por el sitio de Internet x17online.com, la ex conejita de Playboy estuvo primero en el bar del Chateau Marmont y más tarde se dirigió al Dominicks, donde a su salida era más que obvio que llevaba bastantes copas de más encima pues su mirada lucía perdida, el vestido manchado y su cabello desaliñado.
Se comenta que Anderson se la pasó bastante bien con varios amigos al grado que, cuando quiso levantarse para salir del lugar, se dio cuenta de que no podía mantenerse de pie por lo que tuvo que ser auxiliada por un guardaespaldas para poder caminar hasta donde se encontraba su automóvil.

Pamela Anderson actualmente participa en el programa 'Dancing with the Stars' donde ha recibido buenas críticas de parte del jurado.

Demi Moore quiere un bebé... y que sepas que no está operada


Entrevistada por la edición británica de Elle, Demi Moore revela que lleva mucho tiempo peleando con su cuerpo - y la esperanza de procrear un hijo con su marido Ashton Kutcher. "Hemos hablado sobre ello, y es algo que ambos queremos. Él ya es un increíble padre para mis hijas, así que no tengo ninguna duda de que, si está en nuestro futuro, será otra maravillosa parte de nuestro viaje juntos".

La maternidad siempre ha sido un eje importante para Moore. Ella "quiso empujar límites", con su controversial portada de Vanity Fair en 1991, en donde posó desnuda y embarazada. "Cuando decía cosas como 'Lo quiero todo', no venían de mi avaricia, sino de un deseo de balance", explica. "Quería remover la limitaciones que sentía que me estaban imponiendo. ¿Por qué no podía ser madre y también tener una carrera?"
"¡Fui muy valiente! De verdad no presentí el impacto que eso iba a tener", les cuenta sobre esa portada, y luego admite que se la pasó años obsesionada con su figura.

"Tenía una obsesión extrema con mi cuerpo. Lo convertí en una medida sobre cuánto me valoraba. Trataba de dominarlo y lo hice, e iba cambiándolo una y otra vez. Pero ultimadamente no me traía nada más que felicidad temporal. ¿Ser flaca te resuelve algo? No. La ironía es que cuando abandoné ese deseo de dominar mi cuerpo, fue cuando conseguí el cuerpo que siempre quise. Pero sólo ocurrió cuando dejé de intentar controlarlo. Y, al final, esta obsesión no tiene sentido y es absurda".

Ahora que Demi está más relajada y segura de sí misma, está también consciente del interés que tiene la gente sobre su cuerpo - en particular con la especulación del número de cirugías plásticas que se ha hecho.

"La verdad, desearía que hubiese menos curiosidad y fascinación sobre cómo me veo, sea bien o mal. Aunque lo entiendo y sé que es algo que no puedo controlar, sólo espero que esté sirviendo para algo... porque se siente casi siempre como si me estuvieran insultando en la escuela, durante el recreo. Me duele".

Y concluye: "¿Pero saben qué? Tal vez algún día sí vaya bajo el bisturí. Tan sólo me irrita que la gente se la pase discutiendo sobre cuánto dinero me he gastado en cirugía plástica".

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